El progresismo claramente está rearmando un bloque regional y trata de ir a tempo buscando acompañar la oleada rosa que se expande poco a poco, aún teniendo sus retrocesos y debilidades.
Latinoamérica escribe su propia historia, no sale de los manuales. Por ello recuperar fuerza en las calles es central. Y a las calles se sale con convicción para crear nuevas reglas, para patear tableros si es necesario y salirnos de esta estructura en la que el mundo está metido, autodestruyéndose. En este tiempo liminal las bases están confundidas desde adentro y a veces se cierran por incertidumbre.
Por tal motivo, más que nunca, a involucrarse y ponerse de pie porque el esquema geopolítico juega con herramientas de antaño y pretende usar armas oxidadas para apuntarnos a la cabeza, pero a no temer! Hay salidas. Que no nos enrosquen con sus algoritmos del mal y sus cajas bobas..
Latinoamérica unida y Patria Grande, ése debe ser el faro. Nos tenemos a nosotros: un pueblo sin piernas pero que camina.
HLVS.
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