Tenemos que seguir escuchando los mismos argumentos medievales e indigentes del 2018 por parte de quienes se rasgan las vestiduras en defensa de la vida. Cuánta vergüenza y cuánta pena da que personas cuadradas, vacías de empatía y llenas de egoísmo sinsentido estén ocupando esas bancas.
Sin embargo, me emociona hasta las lágrimas, me eriza la piel escucharnos representadas en hermosas e inmensas mujeres y hombres. Yo sé que hoy todas estamos muy expectantes, sensibles y cansadas, que mientras estamos en las calles o en casa pensamos en las situaciones por las que pasamos, en lo que sólo nosotras sabemos, y también en las que se han muerto.
Me da felicidad el nivel de compromiso político que hay en la sociedad argentina, a favor o en contra, que hacen al andamiaje de un país democrático, que da señales de que camina y se aleja de a poquito de aquella tortuosa y desamparada realidad que otros cuerpos gestantes han tenido la desdicha de soportar. No queremos más todo eso.
Hoy será ley y seremos un país mucho más hermoso que ayer.
Les y nos abrazo muy fuerte. A seguir cuidándonos!
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