Hoy Bolivia vuelve a votar con todo el poder en contra, como siempre en la historia de las izquierdas. Espero no seamos tan olvidadizos y recordemos que hace poco menos de un año el presidente Evo Morales y su vice, el gran Álvaro García Linera, sufrieron un Golpe de Estado que se venía planificando desde hacía varios meses pero que pudo concretarse gracias a un desacierto político, en donde el gobierno solicita con sorprendente inocencia que la OEA realice una auditoría vinculante sobre el proceso electoral tras haberse instalado la idea de que los candidatos del MAS no habían ganado en primera vuelta sino que debían ir a ballotage e incluso presentar su renuncia por fraude, porque la consigna de la oposición era una: si el MAS no superara el umbral del 50% entonces habría que impedir que evo ganase, ya se los había advertido bien el señor Luis Almagro en cierta oportunidad. Lo cierto es que, faltando contabilizar aprox el 4.3% de los votos provenientes de las zonas más profundas del país, la transmisión de los resultados se interrumpe y se busca la segunda vuelta. En ese conveniente momento, Carlos Mesa obtenía un 37.07% y Evo un 46.4%. Finalmente, con el 100% de las mesas escrutadas se concluye en que el MAS había obtenido el 47.08% y CC un 36.51%. Estos son los datos concretos para los que siempre piden números. Evo Morales es el presidente legítimamente electo. De todas maneras, a nadie le interesó porque el 10 de noviembre la OEA saca un mamarracho de auditoría y dice, entre otras cuestiones muy flojas de papeles, que la tendencia de votos de ese 4% a favor de Evo era “inexplicable", cuando bien se sabía que en dichos lugares el MAS arrasaba e incluso había obtenido con anterioridad el 100%.
Bueno, con el diario del lunes (concretamente The New York Times) nos enteramos que un estudio de investigadores independientes calificó de “deficiente” el análisis de la OEA. Pero no importaba, Evo, Álvaro y sus funcionarios ya se habían ido a México y luego a Argentina, únicos países que tendieron una mano y velaron por la protección de sus vidas y en definitiva, de la democracia. La señora Jeanine Añez, llega con los milicos de una mano y con la biblia en la otra.

Desde el gobierno de facto en Bolivia se promueve un clima de inseguridad y violencia provocado, supuestamente, por el Movimiento al Socialismo. Sin embargo, desde las articulaciones del partido se baja la clara consigna de no responder a provocaciones de ningún tipo. Mientras tanto se despliegan militares (según declaraciones de Murillo) en cada rincón del país y se amenaza libremente a quienes llegan en pos de garantizar un proceso electoral transparente, advirtiendo con poner en la cárcel o en un avión a quienes busquen generar violencia o injerencia en el país. Así son recibidos los veedores internacionales, claro que también los de la Internacional Progresista. Luego usan periódicos para marcar a los compañeres españoles (entre ellos el argentino Gerardo Pisarello) y acusarlos abiertamente de “entrar a convulsionar el país” Mientras tanto el TSE sale con una nueva a cada momento, haciendo tambalear la tranquilidad de las y los votantes, y las y los candidatxs. Primero hizo ruido el hecho de que se les ha encargado a los Militares, y no a los funcionarios electorales, el control y traslado de las Actas. Tampoco serían válidas las fotografías en cuanto al conteo de votos en el Sistema Rápido, que son el documento de respaldo de cada acta. La novedad de las ultimas horas es que se anulará este sistema para quedar sólo con el conteo oficial, lo raro es que el propio TSE avaló como seguro el mismo hace meses atrás. Ya el MAS sacó su comunicado pidiendo más explicaciones al respecto.

El objetivo del MAS: ganar en 1ra vuelta. Punto. La derecha, en esta etapa, está fragmentada y esto es una clara ventaja para la única fuerza que presenta un proyecto distinguido del resto. El % de votos de las elecciones pasadas rara vez podría disminuir para el partido de Evo, incluso el escenario de proscripción, represión y políticas frente al manejo de la pandemia, (diría a título personal que) ponen porotos a favor. En todas las encuestas Luis Arce queda primero, se sabe. El tema siempre es el mismo: con qué porcentaje.
La presencia de David Choquehuanca en la fórmula electoral representa la cohesión del sector indígena campesino, la base social del MAS. Luis Arce es, a su vez, la ciudad. Y fue el Ministro de Economía que hizo que Bolivia creciera a 5% anual durante 14 años. Militante desde los comienzos junto a Evo, conoce bien el tablero político doméstico y los intereses de EEUU sobre sus recursos naturales, más precisamente, el litio. Tiene un proyecto general claro y uno estrella: el del Diesel Ecológico y Renovable, con el que puede garantizar que el dinero vuelva a fluir y resolver así las cuentas fiscales.
En definitiva, el MAS representa la unidad campo-ciudad y una economía que se reactiva en favor de la gente necesitada. Hoy se debe afianzar el voto duro de las bases campesinas y abarcar el de la clase media que ha festejado incluso con sus motivos el golpe pero que ahora teme por su descenso económico y social. Quiero obviar mis opiniones en cuanto al proceso electoral en manos de un gobierno al que mucho le ha costado tomar, por la fuerza, el poder y que creo escasamente que lo devuelva con mariposas democráticas. Por lo tanto, por mi condición intrínsecamente izquierdista, elijo ser optimista.
Volver a ser MAS y mejores! Versión Bolivia.
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