Son pasadas las 16.30 hs en Argentina. Termino de escuchar el cierre de campaña de Unidas Podemos de cara al 4 de mayo en Madrid.
Debo sincerar que no he estado muy segura, a lo largo de los últimos 10 días en los que he seguido con más detalle el proceso electoral madrileño, de cristalizar ideas sobre ello. Se sabrá mi abismal admiración por la intelectualidad de Íñigo Errejón y el respeto que tengo por su proyecto y honesta política. Sin embargo, hoy me veo en la responsabilidad de trazar líneas que esclarezcan posiciones, apoyos, fuerzas, del sur de América Latina a esa España que cada día está más cerca.
Desde este rincón del mundo puedo enumerar una serie de motivos por los cuales dar apoyo a UP, pero antes me daré pie con una frase que he leído hace poco en un diario y que dice: “Latinoamérica no se puede permitir el lujo de pensar el Poder sin referencia a los proyectos políticos que lo puedan transformar en favor de los sectores populares.”
Y es que, en efecto, desde aquí vemos proyectos. Pero no es sólo eso, percibimos figuras políticas que los encabezan y si ése liderazgo es honesto y empuña los deseos de personas que buscan la emancipación dentro del tablero geopolítico mundial, pues entonces merece que cada unx de quienes abogamos por el bienestar y la igualdad de la mayoría por sobre el de unos pocos, los acompañemos y defendamos, porque en definitiva es defendernos también a nosotros mismos.
La derecha está internacionalizada, por ello no deben asombrar sus similitudes con las latinoamericanas. Ante esto, hay que salir a dar batalla de forma conjunta en esta disputa del sentido común. Y esto es primordial. Porque no es como dice la señora Ayuso o la candidata del odio de Vox, que pretenden hacerles creer a los ciudadanos que UP quiere tirar abajo a quien está bien para que se iguale con aquellos que están en peores condiciones; sino que es exactamente lo contrario. A ese palabrerío, si no estás ducho con ciertas realidades, te lo terminás creyendo, y no hay que darle espacio a la ignorancia política.
Nunca he visto sobre un dirigente político europeo ataques como los que ha sufrido Pablo Iglesias, aguados por supuesto pero muy parecidos a los de cualquiera de los nuestros. Por ello sabemos qué clase de intereses ha tocado y cuán hondo han calado sus políticas sobre la sociedad y el establishment.
Acá debo hacer un parate luego de dirigirme, por costumbre, a las políticas del proyecto de UP como salientes de la figura de Iglesias, para decir que esto no es así, porque los latinoamericanos también miramos con ojos de un único líder y en eso estamos errados. Debemos corregir esta manera de percibir y hacer política. El aire fresco del progresismo español es justamente tener la cintura de tejer redes expansivas entre sus dirigentes, de estar arriba y abajo, atrás o adelante, pero procurando no perder esa cercanía con las bases.
Unidas Podemos es mucho más que el coletas, es un grupo humano de personas al servicio del bienestar de su comunidad que están en el foco de la tormenta política, señalados, negados, estigmatizados continuamente pero que luchan y trabajan pese a eso, para subvertir el porvenir en favor de las mayorías. Por esto mismo considero un grave error la fragmentación de la izquierda española, creo que los proyectos y visiones de MM complementarían y serían muy necesarios para UP, que una mano en el hombro de parte del PSOE fortalecería mucho más el propósito de esa izquierda encarnada en Unidas Podemos, que no es cualquier izquierda, porque las circunstancias se han dado para que ellos y no otros se posicionen como el significante vacío de una determinada cadena equivalencial de demandas para dar pelea a más de 1/4 de siglo de gobierno del PP. La izquierda que encarna Unidas Podemos es hermana de las izquierdas progresistas de este gran continente, por ello su lucha es la nuestra. Amigas y amigos madrileños, adelante!
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