A 15 años de la IV Cumbre de las Américas en la que la sociedad civil en conjunto con algunos líderes de la Patria Grande han logrado emancipar a sus pueblos de las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas, comenzadas en el año 1994.
Si bien es cierto que nada hubiera sido posible sin los presidentes progresistas que supieron cristalizar aquellas demandas, creo importante resaltar lo esencial de la participación y la presión social en temas tan cruciales como los Tratados de Libre Comercio, nefastas herramientas de sujeción que utilizan los países vampiros para inmovilizar las politicas de Estado de aquellos en vías de desarrollo y crecer a costa de nuestra sangre. Tambien me parece relevante decir que no debemos quedarnos levantando eternamente estas nostálgicas banderas sino exigir acciones concretas a aquellos gobiernos, como es y ha sido el nuestro, que nada han hecho por cuestionar siquiera esta arquitectura internacional impune.
No es cierto que el común de la gente no entendería de estos temas, no es cierto que haya que estar al margen. El futuro de la humanidad está en juego si no cambiamos, en lo inmediato, las estructuras terroristas internacionales en las que estamos inmersos, del mismo modo que si no proponemos u apoyamos modelos alternativos que coloquen a la continuidad de la vida terrestre por encima de los negocios de 10 tipejos.
Como bien lo ha demostrado el NO al ALCA, las movilizaciones sociales pueden hacer más de lo que realmente se cree.
Involucrate.
Ahora es cuándo.
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